El coaching ejecutivo es una disciplina de enorme valor y efectividad para el desarrollo del talento de las personas de una organización y el fortalecimiento del liderazgo de sus directivos y jefes de equipo. El coaching no solo ayuda a los empleados a desbloquear su potencial, sino que también moviliza una auténtica transformación cultural dentro de las organizaciones. A continuación, detallaré las fases clave del coaching ejecutivo, explorando cómo se aplican tanto en el ámbito individual como en el de equipos, y cómo el conocido modelo GROW se integra en este proceso para potenciar aún más su efectividad.

El coaching ejecutivo es un proceso de acompañamiento enfocado en el crecimiento y desarrollo de líderes y equipos dentro de una organización. A diferencia de la capacitación tradicional, se enfoca en identificar y aprovechar los recursos internos y habilidades de los individuos y grupos, promoviendo un cambio positivo y sostenible.

El coaching se adapta a las necesidades y dinámicas específicas de los individuos y los equipos dentro de una organización. Aunque comparten el objetivo general de promover el crecimiento y el desarrollo, el coaching individual y el coaching de equipos difieren en enfoque, alcance y metodología.

Coaching Individual vs. Coaching de Equipos

El coaching individual se centra en el desarrollo personal y profesional de un empleado de alto valor dentro de la organización (normalmente un directivo, mánager o responsable de un equipo). A través de sesiones personalizadas y orientadas a objetivos, el coach trabaja en estrecha colaboración con el cliente para identificar áreas de mejora, desafíos y oportunidades de crecimiento.

Personalmente, siempre recomiendo realizar una evaluación feedback 360º del ejecutivo, ya que proporciona una información tremendamente valiosa y fundamental para su evolución profesional. El feedback 360º es el diagnóstico perfecto para comenzar un proceso de coaching individual, ya que permite fijar objetivos alineados con las áreas de mejora percibidas por todo el entorno del profesional, es decir su superior, sus pares y su equipo. Dichas áreas de mejora muchas veces no son conocidas por el directivo, es decir son zonas ciegas que debe conocer.

¿Cuales son las fases del coaching ejecutivo individual?
  1. Definición de Metas y Objetivos Personales: En esta fase, el coach trabaja estrechamente con el ejecutivo para identificar metas claras y objetivos específicos que desea alcanzar en su desarrollo personal y profesional. Preguntas como: ¿Cuáles son tus metas profesionales a corto y largo plazo? ¿Qué aspectos específicos te gustaría mejorar en tu desempeño como líder? guían este proceso de establecimiento de objetivos.
  2. Exploración de Fortalezas y Áreas de Mejora: Aquí, el enfoque se centra en identificar las fortalezas y áreas de mejora del ejecutivo. A través de preguntas reflexivas, el coach ayuda al cliente a comprender sus habilidades clave, así como los aspectos que pueden necesitar desarrollo. Por ejemplo: ¿Cuáles crees que son tus principales fortalezas como líder? ¿En qué áreas específicas te gustaría trabajar para ser un líder más inspirador?
  3. Desarrollo de Estrategias y Plan de Acción Personalizado: En esta etapa, se diseñan estrategias y se desarrolla un plan de acción personalizado para alcanzar los objetivos establecidos. El coach y el ejecutivo trabajan juntos para identificar los pasos concretos que se deben tomar y los recursos necesarios para lograr el éxito. Preguntas como: ¿Qué acciones específicas tomarás para avanzar hacia tus metas? ¿Qué obstáculos anticipas en el camino y cómo planeas superarlos? son fundamentales en esta fase.
  4. Aprendizaje y re-evaluación de objetivos y estrategias. La implementación de acciones y estrategias de la fase anterior puede ser exitosa o no, pero lo que siempre aporta es aprendizaje, que es un pilar esencial del coaching y del desarrollo del ejecutivo. Si una estrategia no está funcionando para avanzar hacia los objetivos y la mejora de las competencias, el ejecutivo habrá aprendido lecciones valiosas de dicho fracaso, y rápidamente reevaluará su forma de enfrentarse al desafío o conflicto que está impidiéndole avanzar.

El coaching de equipos, por otro lado, se enfoca en mejorar el rendimiento colectivo y la dinámica de colaboración dentro de un grupo de trabajo. A través de sesiones grupales y actividades guiadas, el coach trabaja con el equipo para identificar fortalezas, debilidades y áreas de mejora en su funcionamiento conjunto, y maximizar el gran poder creativo de la inteligencia colectiva.

El coaching de equipos es esencial para mejorar la productividad, la colaboración y la cohesión dentro de los equipos de trabajo. Desde equipos de ventas hasta equipos de proyecto, el coaching de equipos ayuda a sus miembros a comprender sus roles y responsabilidades, aclarar sus objetivos compartidos y desarrollar habilidades de comunicación y trabajo en equipo efectivas. Al promover una mayor colaboración y alineamiento, el coaching de equipos genera equipos de alto rendimiento, lo cual contribuye significativamente al logro de los objetivos estratégicos de la organización.

¿Cuales son las fases del coaching de equipos?
  1. Definición de Metas y Objetivos Compartidos: En esta fase inicial, el coach facilita la identificación de metas y objetivos compartidos por todo el equipo. A través de actividades grupales y discusiones guiadas, se establecen objetivos claros que reflejan las aspiraciones colectivas del equipo. Preguntas como: ¿Cuáles son los principales objetivos que el equipo quiere lograr? ¿Cómo se alinean estos objetivos con la visión y misión de la empresa? ayudan a definir la dirección del equipo.
  2. Análisis de Roles y Dinámica de Equipo: Aquí, el enfoque se centra en comprender los roles individuales dentro del equipo y la dinámica de colaboración entre sus miembros. El coach utiliza ejercicios y discusiones para identificar fortalezas, debilidades y posibles áreas de conflicto en el funcionamiento del equipo. En esta fase, preguntas como: ¿Cuáles son los roles y responsabilidades de cada miembro del equipo? ¿Qué aspectos de vuestra dinámica de trabajo pueden estar afectando vuestro desempeño? ayudan a clarificar la situación actual del equipo.
  3. Desarrollo de Estrategias para Mejorar la Colaboración: En esta fase, se exploran estrategias y se desarrollan planes de acción para mejorar la comunicación, la colaboración y la eficacia del equipo. El coach facilita discusiones o dinámicas experienciales para superar obstáculos y aprovechar las fortalezas individuales para lograr objetivos colectivos. Preguntas como: ¿Qué acciones podemos tomar para mejorar nuestra comunicación y resolución de conflictos? ¿Cómo podemos aprovechar las fortalezas individuales de nuestros miembros para fortalecer al equipo? orientan este proceso de desarrollo de estrategias.
  4. Implementación y Seguimiento del Plan de Acción: En esta última etapa, el coach brinda apoyo al equipo para implementar el plan de acción acordado y realiza un seguimiento regular para evaluar el progreso y realizar ajustes según sea necesario. Se establecen mecanismos de rendición de cuentas y se celebran los logros alcanzados por el equipo. Preguntas como: ¿Cómo podemos mantenernos responsables de nuestros compromisos individuales y colectivos? ¿Qué medidas tomaremos para asegurar que estamos progresando hacia nuestros objetivos? son fundamentales para mantener el impulso y el enfoque del equipo durante este proceso.
  5. Aprendizaje y re-evaluación de objetivos y estrategias. Igual que en el coaching individual, el aprendizaje es una fase crucial cuando las personas de un equipo están reflexionando juntas, aprovechando al máximo el poder de la inteligencia colectiva. El aprendizaje y la capacidad de innovación se multiplican cuando varias personas piensan e interactúan juntas, pero es necesario generar el espacio y la seguridad psicológica dentro del equipo para que esto se produzca. Y el coaching proporciona este espacio.
Método GROW en las Fases del Coaching Ejecutivo

El Método GROW es una herramienta poderosa utilizada en el coaching ejecutivo para guiar a los clientes a través de un proceso estructurado de exploración y acción. Sus cuatro pilares, Objetivos (Goal), Realidad (Reality), Opciones (Options) y Voluntad (Will), sirven de estructura sólida en las fases del coaching ejecutivo que hemos visto. Veamos qué implica cada punto del GROW:

Establecimiento de Objetivos (Goal): En esta fase, el coach ayuda al cliente a definir claramente sus metas y objetivos. Mediante preguntas reflexivas y exploratorias, las denominadas preguntas poderosas, se identifican los resultados deseados y se establece una visión clara del éxito. Una pregunta poderosa habitual es: «¿Cuáles son los resultados específicos que deseas lograr?» y a continuación… «¿Cómo sabrás que has alcanzado tus objetivos?»

Exploración de la Realidad (Reality): Aquí, el foco está en comprender la situación actual del cliente y las circunstancias que rodean sus metas. El coach debe utilizar preguntas abiertas para explorar la realidad objetiva y subjetiva del cliente, identificando desafíos, obstáculos y oportunidades. Por ejemplo: ¿Cuál es tu situación actual en relación con tus objetivos? ¿Qué factores internos y externos están influyendo en tu progreso?

Generación de Opciones (Options): La generación de opciones es una fase eminentemente creativa, donde se exploran diferentes estrategias y enfoques para alcanzar los objetivos establecidos. El coach estimula la creatividad y el pensamiento lateral, ayudando al cliente a considerar una amplia gama de posibilidades. Una pregunta poderosa de esta fase sería: «¿Qué acciones específicas podrías tomar para avanzar hacia tus metas?»

Compromiso con la Acción (Will): En la fase final del Método GROW, se desarrolla un plan de acción concreto y se establecen compromisos claros para avanzar hacia los objetivos. El cliente se compromete a tomar medidas específicas y el coach brinda apoyo y rendición de cuentas. En esta fase el coach suele preguntar: ¿A qué quieres comprometerte de aquí hasta la próxima sesión?

En definitiva, un proceso de coaching ejecutivo está sólidamente diseñado y estructurado en fases que persiguen la generación de conciencia, el impulso del aprendizaje y la innovación, la puesta en marcha de acciones, el aumento de la efectividad y la motivación, y finalmente, el desarrollo del talento a nivel organizacional, tanto a nivel individual como a nivel colectivo.

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Javier Carril
Socio de Execoach.
MCC (Master Certified Coach) por ICF
Agile Coach y Scrum Master
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