El liderazgo, según mi experiencia, es un conjunto de habilidades intrapersonales e interpersonales para generar influencia e impacto positivos en las personas de una organización, con el propósito de lograr los objetivos estratégicos de la compañía.

Por tanto, el liderazgo de los directivos y managers es esencial para la competitividad e incluso la supervivencia de dicha compañía, y por ello es imprescindible entrenar a las personas con más poder de decisión en un programa sólido de formación en liderazgo. Porque el liderazgo se aprende y se entrena, como casi todo en esta vida.

La importancia de un liderazgo consciente

Si no existe un liderazgo consciente e inspirador dentro de la empresa, los empleados caen en un estado de desmotivación y desgana, y se desperdicia de forma terrible el talento, cuando no se marcha directamente a la competencia. Y aún peor, cuando los directivos ejercen el poder de forma tóxica, beneficiando a sus amigos o aliados y perjudicando al resto, controlando de forma excesiva el trabajo de sus colaboradores, y ejerciendo un rol autoritario o paternalista, los equipos reducen drásticamente su rendimiento, se desenganchan totalmente del proyecto empresarial y dejan de aportar su valor y creatividad.

Para evitar esta lacra, tan habitual en las empresas de hoy en día, la formación en liderazgo proporciona a los ejecutivos las herramientas, técnicas y perspectivas necesarias para liderar equipos hacia el máximo rendimiento y motivación con éxito. Desde la gestión del talento hasta la motivación de equipos, pasando por el liderazgo de servicio y la gestión emocional, un programa integral de formación en liderazgo aborda una amplia gama de competencias esenciales. Pero concretamente ¿Qué características y temáticas debería incluir un programa de liderazgo de alto impacto?

Programa de Liderazgo de Alto Impacto para Managers y Directivos

Un programa de liderazgo de alto impacto es una inversión estratégica para cualquier organización que busque cultivar y retener el talento de sus líderes, aparte de lo comentado anteriormente respecto a los empleados y equipos. Este programa debe ser obligatorio para todos los ejecutivos, directivos, gerentes y responsables de un equipo en la organización. Y en mi experiencia, debe cumplir una serie de requisitos para que genere el impacto deseado.

En primer lugar, a nivel de estructura, debería dividirse en módulos formativos que contengan las siguientes 5 acciones:

  1. Taller formativo teórico-práctico. El propósito es aportar las bases del liderazgo de alto impacto, así como modelos y herramientas prácticas que sean aplicables en su día a día.
  2. Sesión grupal de seguimiento. En este caso se pretende generar conciencia a nivel grupal de los logros y las dificultades que se están encontrando los participantes a la hora de aplicar lo aprendido en el taller.
  3. Diagnóstico individual de competencias o de personalidad. Ya sea un autodiagnóstico DISC o un Hogan, o bien una evaluación feedback 360º, son herramientas fantásticas para potenciar el autoconocimiento del participante, que es la base de cualquier mejora o crecimiento como líder.
  4. Coaching individual. El coaching individual es una parte integral de cualquier programa de liderazgo de alto impacto. A través de sesiones individuales con un coach experimentado, los líderes tienen la oportunidad de explorar sus fortalezas y debilidades, identificar y superar sesgos limitantes y desarrollar un plan de acción personalizado para alcanzar sus objetivos de liderazgo, en base a lo aprendido en el taller.
  5. Tareas Pre-taller y Post-taller. Como parte del trabajo individual, es importante dedicar un tiempo del Programa a realizar lecturas de artículos, tareas de reflexión personal donde el participante profundiza en los valores esenciales del liderazgo positivo, respondiendo a un caso práctico o a un ejercicio de cuestionamiento de sus ideas preconcebidas.

He comprobado en numerosas ocasiones cómo la transformación personal se produce cuando se combinan las actividades formativas grupales con las individuales. El grupo es una fuente enorme de aprendizaje y de inspiración, mientras que el trabajo individual supone comprometerse a mejorar las habilidades con un plan concreto supervisado por el coach.

Por tanto, una formación en liderazgo de alto impacto debe incluir una combinación de módulos formativos en competencias de liderazgo, sesiones de coaching individualizado y actividades prácticas diseñadas para fortalecer las habilidades de liderazgo en el mundo real. No solo buscamos desarrollar líderes competentes, sino también inspirar un cambio significativo en la cultura organizacional. Empoderar a los líderes con las habilidades y la confianza necesarias para liderar con éxito, potenciar la innovación, mejorar el rendimiento del equipo y fomentar un sentido de propósito compartido dentro de la organización.

¿Cuales son las habilidades clave que debe incluir una formación en liderazgo de alto impacto?

En cuanto a las temáticas de los módulos formativos, al inicio decía que los participantes deben desarrollar competencias tanto intrapersonales como interpersonales. En mi opinión, las siguientes son las habilidades imprescindibles que debe contener un programa de alto impacto:

  1. Autoconocimiento y autoliderazgo. Descubrir quién es, sus creencias y sesgos cognitivos, sus valores, sus fortalezas y áreas de mejora, es el punto de partida para evolucionar y desarrollar un liderazgo potente.
  2. Liderazgo consciente y mindfulness. Las prácticas de mindfulness o atención plena ayudan a ser mucho más consciente de nuestros comportamientos y actitudes, así como de las necesidades y emociones de los demás, lo que lleva a tomar mejores decisiones de liderazgo.
  3. Lider-Coach o liderazgo de servicio. Creer en el potencial enorme de toda persona y ayudar a que lo despliegue en su puesto de trabajo genera una enorme motivación y rendimiento. También llamado liderazgo de servicio, ya que el líder-coach se ocupa de desarrollar líderes en lugar de siervos. El líder sirve a las necesidades de su equipo y no al revés.
  4. Inteligencia emocional. Es parte del autoconocimiento necesario de un líder, enfocado en aprender a relacionarse de forma productiva con sus emociones, con el fin de aprender a gestionar dichas emociones.
  5. Inteligencia social. Es la inteligencia emocional aplicada a las relaciones interpersonales, es decir, desarrollar la empatía y el radar social con el fin de generar relaciones sanas y productivas con los demás, y así una mayor influencia positiva.
  6. Comunicación efectiva y feedback. Comunicar con asertividad, claridad y respeto es una competencia de un fabuloso poder, ya que permite resolver los conflictos existentes y evitar problemas y tensiones innecesarios. Por otro lado, saber cómo dar un feedback constructivo y efectivo es una habilidad clave de comunicación y liderazgo.
  7. Gestión del tiempo y eficiencia personal. Un líder que no sepa priorizar ni focalizarse en lo importante, o que no sepa cómo optimizar su tiempo al máximo no puede ser un buen líder.
  8. Trabajo en equipo y colaboración. El líder debe dar ejemplo y ser el primero que colabora y trabaja estrechamente con sus colaboradores y con sus pares, para aprovechar al máximo el poder de la inteligencia colectiva.
  9. Motivación de equipos. Para Comprender cuales son los modelos más validados de motivación de personas, y saber adaptar ese conocimiento a cada persona de su equipo, con el fin de lograr personas entusiasmadas y comprometidas con el proyecto.
  10. Innovación y metodologías ágiles. Finalmente, las metodologías ágiles reducen la incertidumbre, permiten aumentar la capacidad de adaptación y aumentan la competitividad y la innovación. Por ello, aprender la filosofía, los principios y los marcos de trabajo ágiles debe ser parte de un programa de liderazgo de alto impacto.
Las herramientas: una parte importante la formación en liderazgo

Las herramientas y modelos son tremendamente útiles porque sirven de guía sencilla a la hora de tomar decisiones y liderar con impacto positivo. Algunos ejemplos de herramientas son la Pirámide de las disfunciones de un equipo de Lencioni, el modelo de liderazgo situacional de Blanchard, la matriz de priorización Importante y Urgente de Eisenhower o el modelo GROW de líder-coach. Todas ellas, y muchas más, deben formar parte de la formación en liderazgo de alto impacto.

En resumen, la formación en liderazgo empresarial que incluya formación y coaching tanto individual como grupal contribuye decisivamente al desarrollo de líderes efectivos en cualquier organización. Desde la gestión del talento hasta la motivación de equipos y la superación de sesgos limitantes, un programa integral de liderazgo proporciona a los directivos y mandos intermedios las estrategias y el conocimiento necesarios para aportar el máximo valor a su compañía en un mundo empresarial cada vez más competitivo.

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Javier Carril
Socio de Execoach.
MCC (Master Certified Coach) por ICF
Agile Coach y Scrum Master
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