Llevo tiempo escuchando en el entorno empresarial los términos volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad. He leído bastante sobre el escenario al que supuestamente nos traslada la perspectiva VUCA y en la mayoría de los casos, he percibido cierta connotación negativa por la incógnita que genera. Sin embargo, mi traducción desde el principio fue: es hora de hacer cambios, y lo visualicé desde la posición más neutral posible para evitar caer en juicios tipo “qué mal” o “qué bien”, simplemente me dije: “dale la vuelta a la tortilla”.

El cambio es uno de los mecanismos que acompaña a la realidad actual. Estamos experimentando la revolución digital a velocidad de vértigo, desde el teletrabajo, afianzado por la pandemia, hasta la creación de modelos de negocio adaptados a esta era tecnológica. Esta transformación lleva implícita la demanda de nuevos talentos y nos invita a retocar competencias y habilidades que fueron valiosas en su momento, pero que se han quedado cortas en esta etapa. Por tanto, ¿qué toca? Es hora de mejorar y recualificar recursos, es decir, por un lado, perfeccionar las habilidades y competencias existentes para aportar nuevos enfoques a tu puesto (upskilling) y por otro, reciclarte profesionalmente sumando nuevas aptitudes para desarrollarte en puestos de nueva definición (reskilling). Con esta combinación, además de ser un especialista en lo tuyo, te conviertes en un profesional versátil, listo para abordar cualquier experiencia laboral multidisciplinar.

¿Cuándo deben las empresas incorporar el upskilling, reskilling o su combinación?

  • Si en el desempeño colectivo está todo controlado, se hace y deshace sin esfuerzo, se ha tocado techo en grado de expertise y hay indicadores de aburrimiento, es momento de apostar por nuevos retos y aprendizajes que cambien los procedimientos autómatas. En este caso, la fórmula es el upskilling.
  • Si cuentas con perfiles de mente inquieta, curiosos e interesados en el progreso y la innovación, la aventura que mejor encaja es el reskilling. Mantendrá a tus colaboradores en constante reinvención y preparados para pilotar en cualquier puesto o proyecto relacionado con la transformación digital.

Quizá identificas entre tu personal ambas posturas, si es así, ¡enhorabuena! llegó la hora de combinar upskilling & reskilling y franquear los respectivos horizontes para capacitar a tus colaboradores con las habilidades y competencias que reúnen los líderes del futuro. Conseguirás que aporten frescura y profundidad en los diferentes campos en los que se especialicen.

Ventajas de practicar el upskilling y el reskilling

  1. Optimiza el talento existente, por lo que evita prescindir de los perfiles integrados en la cultura corporativa (upskilling).
  2. Fomenta la formación en competencias tecnológicas digitales emergentes (reskilling).
  3. Facilita las skills más punteras en creatividad, agilidad y resolución de problemas, necesarias para implementar nuevos proyectos (upskilling + reskilling).
  4. Genera employer branding, por lo que incrementa la rentabilidad de la empresa (upskilling + reskilling).
  5. Potencia la capacidad de adaptación, imprescindible para sobrevivir en el entorno profesional actual (upskilling + reskilling).

Al mercado laboral le está costando seguir el ritmo de esta revolución digital. La mejor alternativa para evitar el déficit profesional existente y renovar la cultura empresarial, es estrechar lazos con el aprendizaje continuo. Dando más protagonismo al upskilling y reskilling conseguiremos penetrar con la preparación adecuada en tecnologías disruptivas como la robótica, la realidad virtual, el internet de las cosas, la impresión 3D, la colonización espacial y otros tantos servicios y sectores tecnológicos emergentes.

 

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Carmen Celemín
Coach Ejecutiva & Coordinadora de Proyectos
Instagram@carmencelemincoach