El bienestar como herramienta estratégica empresarial

Después de muchos años colaborando con organizaciones de todo tipo, tengo claro que el activo de mayor valor de cualquier empresa son las personas y por eso el estilo de liderazgo es clave para que surja una cultura que fomente el bienestar y el cuidado de la plantilla y con ello la atracción y la retención del talento y el alto rendimiento de los equipos.

Es algo bastante obvio que el comportamiento de los líderes influye en el de las personas a las que lideran -de manera indirecta a través del ejemplo que les dan o directamente por medio de su estilo de liderazgo-. Sin embargo, nos seguimos encontrando con muchas empresas en las que los líderes lanzan mensajes, pero no practican con el ejemplo, empresas que contratan acciones de desarrollo y coaching para los empleados y jefes de equipo, pero no para líderes en un estrato más elevado del organigrama, como el director general, el presidente o los miembros del comité de dirección.

Una empresa que busca alcanzar el bienestar de la plantilla necesita liderar con el ejemplo y desde todos los niveles de la empresa, y que este estilo de liderazgo esté enfocado en que las personas logren la mejor versión de sí mismas, a través de identificar su propósito, visión y valores, como una parte fundamental del bienestar en el trabajo. Las mejores organizaciones son aquellas que permiten que estos elementos estén presentes en todos los estratos de la organización, independientemente del puesto o de la antigüedad de los empleados.

El bienestar debe ser parte del ADN de toda la empresa y tiene que gestionarse desde la cúspide hacia abajo a través de toda la organización.

En la actualidad el concepto de bienestar se encuentra presente en casi todas las empresas, pero a un nivel relativamente bajo dentro de la organización y centrado sobre todo en la reducción de riesgos laborales y del absentismo, pero el bienestar va más allá de la mera ausencia de enfermedades o accidentes.

En este futuro de revolución tecnológica que está alterando profundamente la forma en la que vivimos, trabajamos y nos relacionamos unos con otros, solo prosperarán y lograrán retener el talento y tener equipos de alto rendimiento las empresas que se preocupen por crear entornos de trabajo más humanos, en los que el bienestar, la salud y la felicidad de las personas estén siempre presentes. Por el contrario, si sólo nos centramos en cambiar los procesos y las tecnologías, pero no cuidamos el aspecto humano, apoyando a los empleados a vencer la resistencia al cambio y a manejar emociones difíciles generadas por la incertidumbre, la rigidez mental u otros obstáculos internos, las empresas no conseguirán obtener por parte de ellos el compromiso necesario para implementar la transformación.

Técnicas como el Mindfulness ayudan a las plantillas y a los responsables a mejorar su rendimiento y bienestar laboral porque aportan claridad mental para tener una visión más clara y motivadora, además de una mayor capacidad para tomar decisiones; también contribuye a mejorar la capacidad para poner foco en lo importante, contribuyendo a una mejor gestión del tiempo. Mejora también la capacidad para gestionar el estrés, manejar la resiliencia en la gestión el cambio, el liderazgo, la inteligencia emocional y la felicidad.

Mindfulness es la capacidad de prestar atención, de forma intencionada y sin juzgar, a la experiencia del momento presente. Empresas punteras como Google, NASA o General Mills llevan formando a todos sus empleados en mindfulness desde hace años porque tienen una clara evidencia del impacto que está teniendo en la obtención de sus resultados y en el éxito de la compañía.

Execoach ha diseñado un programa propio de Mindfulness corporativo, que ha impartido a más de 3000 profesionales de empresas como Banco Santander, Sandoz, SM, Mundipharma, SGS, Colegio de Registradores o Electrolux, con un enorme éxito.

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