A pesar de todas las investigaciones y estudios que se han realizado sobre el impacto negativo del estrés en nuestro rendimiento profesional, en la mayoría de las empresas y en nuestra cultura occidental en general sigue viéndose el estrés como algo necesario, inevitable e incluso positivo para la productividad. Nada más lejos de la realidad.
Cuando un profesional o directivo está estresado, rinde muy por debajo de su potencial, y toma peores decisiones. Hay 4 claves para identificar si el estrés está perjudicando tu desempeño profesional, y son las siguientes:
1. Conflictos o problemas con personas de la empresa. Si tienes con cierta frecuencia encontronazos, discusiones elevadas de tono, conflictos con compañeros, subordinados o jefes, es seguro que estás estresado/a. Y probablemente el estrés alimenta esos conflictos, porque una vez que la adrenalina se instala en nuestro cerebro, se mantiene durante unas horas y por tanto es más fácil volver a enfadarse y entrar en conflicto con otra persona.
2. Falta de concentración. Si estás intentando preparar una presentación y te distraes a menudo, pensando en lo que tienes que hacer durante el día o la semana, o preocupado por cosas que sucedieron ayer, entonces estás estresado/a. La falta de atención o concentración es un síntoma claro de que el estrés está perjudicando tu rendimiento, porque vas a tardar el doble en hacer las mismas tareas, y el resultado va a ser mediocre en el mejor de los casos.
3. Gestión de la urgencia y falta de planificación. Si te encuentras constantemente apagando fuegos, solucionando parches urgentes en todas partes, dejándote interrumpir por tus jefes, pares o subordinados, seguro que estás totalmente descentrado/a y estresado/a. Seguramente no dediques un tiempo específico al día para planificarte, porque en seguida te dices que es inútil, que no va a servir de nada. El problema no son los demás, sino tú porque no frenas, no pones límites, no tienes la suficiente valentía para parar, reflexionar y planificarte cada día.
4. Confusión mental y poca claridad mental. El estrés te provoca un ruido mental que no te deja pensar con claridad, y por tanto tus decisiones serán mucho peores que en condiciones de calma y centramiento. Si te notas poco creativo/a para pensar en nuevas ideas o maneras de afrontar los retos y problemas que tienes en tu trabajo, es porque en tu cabeza no hay sitio para que entre nada nuevo, porque está saturada de ruido y confusión.
El estrés puntual puede ser positivo, pero cuando se instala como un estilo de vida y de trabajo va devorando nuestra autoconfianza, nuestra motivación y nuestra creatividad a una velocidad asombrosa. De hecho, la Universidad de California hizo un estudio donde se descubrió que el estrés destruye rápidamente nuestras conexiones neuronales del cerebro, y disminuye nuestra capacidad cerebral para el aprendizaje y la memoria. Si quieres convertirte en un profesional de alto rendimiento, empieza a aprender técnicas para manejar el estrés, porque estrés y bajo rendimiento están totalmente conectados.
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Javier Carril
Socio Director