¿Qué es más importante en un buen directivo o jefe de equipo, liderar o gestionar? Me refiero a dónde debe enfocar más tiempo, energía y recursos. Cuando hago esta pregunta a responsables de equipos suelen preguntarme si la pregunta la deben responder sobre qué requiere su puesto actual o qué se requeriría si quisieran aspirar a un puesto de más responsabilidad en la organización. Yo creo que en el fondo es lo mismo. Si quieres que la empresa confíe en ti para funciones más elevadas, entonces debes dedicar más tiempo y energía a liderar que a gestionar. Y si quieres ser el mejor responsable de equipo posible, entonces debes dedicar más tiempo y energía a liderar que a gestionar.

Pero aclaremos qué es liderar y qué es gestionar. Liderar tiene que ver con dos aspectos: personas y largo plazo. Cuando un directivo está liderando a su equipo está enfocando su atención y habilidades en cuidar a las personas de su equipo. Y esto contiene varias acciones: escuchar, interesarse de verdad por sus necesidades, orientarles, desafiarles para que salgan de su zona de confort, motivarles, reconocer su esfuerzo y logros, etc.

Gestionar, sin embargo, tiene que ver con las tareas y el corto plazo.
Es cuando un directivo se ocupa de que salgan las tareas cotidianas y los planes de corto plazo, así como las urgencias. Es decir, gestionar tiene un carácter esencialmente reactivo (reaccionamos cuando aparecen los desafíos o problemas) y liderar es proactivo (nos anticipamos a los problemas).
Como ves, gestionar no tiene nada que ver con las personas, sino con las tareas. Sin embargo, ¿Quién hace las tareas? La respuesta está clara. Si no cuidamos a las personas que hacen las tareas, dichas tareas se realizarán de modo mediocre o incluso con baja calidad. El rendimiento será notablemente inferior si no tenemos muy presente cada día que ante todo, nuestros colaboradores son personas, seres humanos con necesidades, motivaciones, valores y creencias, algunas limitantes que debemos ayudar a derribar.
Para aterrizar aún más las diferencias entre un jefe gestor y un jefe líder, a continuación expongo acciones y conductas típicas de cada perfil. Puedes hacerte un autodiagnóstico al leer los puntos de cada apartado, con el fin de detectar si debes poner más foco en la parte de liderazgo, que es lo más habitual. Lo que es esencial es que seas muy honesto y autocrítico contigo:

CONDUCTAS DE UN JEFE GESTOR
  • Foco mayoritario en la tarea.
  • Se focaliza en el corto plazo y en las urgencias.
  • Gestiona los recursos existentes.
  • Se centra sólo en el desempeño (pasado, presente) de su equipo.
  • Da instrucciones y órdenes. Estilo jerárquico.
  • Toma las decisiones, y no permite a su equipo que arriesgue.
  • Habla más que sus subordinados. Pregunta y escucha poco.
  • Resuelve todos los problemas a su equipo (Papá-Jefe o Mamá-Jefa).
  • No delega y se satura de trabajo (Micromanagement).
  • No felicita ni reconoce el trabajo a menudo.
CONDUCTAS DE UN JEFE LÍDER
  • Foco mayoritario en las personas: en su motivación, necesidades, intereses, valores.
  • Se centra en el potencial de las personas (futuro), o sea se dice: “Esta persona es capaz de más, puedo confiar más responsabilidades en ella, etc.”
  • Entiende que debe invertir tiempo en el desarrollo de las capacidades de su equipo (gestión del talento)
  • Promueve la colaboración y el compromiso de su equipo.
  • Adapta su estilo de liderazgo.
  • Pregunta y escucha a menudo. Tiene en cuenta la opinión de su equipo para tomar decisiones.
  • Se muestra siempre atento a las necesidades y preocupaciones de sus colaboradores.
  • Desafía a su equipo para que salga de su zona de confort.
  • Centrado en los objetivos de largo plazo y en la visión.

Así pues, ¿Gestionas o lideras? Ambas funciones son necesarias dentro de las labores de un directivo, ya que un buen directivo debe estar abordando simultáneamente las necesidades del corto plazo y las prioridades del largo plazo. Y también debe garantizar que se realicen las tareas y procedimientos establecidos al mismo tiempo que cuida la parte humana y motivacional de las personas. Pero es clave enfocar más tiempo y energía en las conductas del liderazgo, entre un 70 y 80% según expertos como John P. Kotter.

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Javier Carril
Socio de Execoach
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