Esta semana he estado impartiendo un curso de liderazgo para directivos de una entidad financiera, y la primera reflexión que compartí con los participantes fue la diferencia entre gestión y liderazgo.
La gestión tiene los siguientes componentes:
– Estamos enfocados en las tareas, roles, procedimientos.
– Generamos previsibilidad y orden.
– Producimos resultados en el corto plazo.
Por su parte, el liderazgo tiene los siguientes componentes:
-Estamos enfocados en las personas, en sus necesidades, motivaciones y emociones.
– Generamos un rumbo, un camino a seguir.
– Producimos resultados en el medio/largo plazo.
Es evidente que ambas actividades son necesarias, y que cualquier jefe de equipo o directivo debe incorporar espacio y foco en ambas áreas. Las tareas deben hacerse en una empresa, los procedimientos cumplirse (gestión), pero por otra parte son las personas quienes ejecutan dichas tareas y procedimientos (liderazgo). Siempre es importante resolver los problemas y proyectos del día a día, las urgencias, los imprevistos (gestión). Pero también debemos elevarnos y mirar las cosas con más perspectiva, con más globalidad y a largo plazo (liderazgo).
Partiendo de esta premisa, les planteaba a mis alumnos que reflexionaran sobre qué porcentaje de su tiempo están dedicados a gestionar y qué porcentaje están dedicados a liderar. Una pregunta que obliga a reflexionar de forma profunda sobre su rendimiento y su liderazgo. La mayoría reconocía que mayoritariamente están enfocados en la gestión del día a día, en las urgencias, en la presión de los proyectos a corto plazo, en las tareas. Por lo tanto, está claro que existe una dificultad importante para desarrollar el liderazgo en las organizaciones, ya que esta circunstancia es común a todas las empresas para las que he trabajado impartiendo formación o coaching ejecutivo.
Después del autodiagnóstico, les invité a compartir qué porcentaje les parecía el ideal, cual sería el que les gustaría tener si quisieran progresar en la organización, si quisieran ser un referente en la empresa. Mayoritariamente el porcentaje que fue más votado como el ideal fue un 70% de liderazgo y un 30% de gestión. Es decir, les gustaría estar más enfocados en las personas, en hablar más con ellas, en motivarlas y darles más feedback de forma continua, en escuchar sus necesidades. También les gustaría estar dedicando más tiempo a pensar en el largo plazo, en la visión de la empresa. Una respuesta muy razonable, desde mi punto de vista.
John P. Kotter, uno de los expertos mundiales más reconocidos en el mundo del management, en su libro «Al frente del cambio» dice que el porcentaje que debería tener un directivo si quiere ser un referente en su organización es el de 70/80% de liderazgo, y un 20/30% de gestión.
Kotter compara estos dos conceptos con la hipótesis de que tuvieras que montar en un autobús para llegar a un destino y tuvieras que decidir a quién le entregabas el mando: ¿Al conductor, que es el que sabe conducir pero no sabe cómo llegar al destino? ¿O por el contrario le darías el mando a la persona que sabe cómo llegar al destino, pero que no sabe conducir? Kotter apuesta por dar el mando a quien sabe cómo llegar al destino, al que sabe el rumbo, la visión. En definitiva al líder, en lugar de al gestor. Yo estoy de acuerdo. ¿De qué nos sirve un jefe de equipo que haga muy bien las tareas del día a día, resuelva las urgencias, pero que no sepa hacia donde va el equipo o la empresa? De poco.
Lamentablemente, este perfil es tremendamente habitual en las empresas de todos los sectores. El perfil de jefe gestor cortoplacista y estresado, con muy poco liderazgo. No es de extrañar que la mayoría de los empleados en las empresas estén tan desmotivados y desorientados. El liderazgo es esencial.
El liderazgo, por otra parte, no es algo trascendental ni algo reservado a unos pocos elegidos. En absoluto. Debemos aterrizar el liderazgo y desproveerlo de los mitos que siempre le han acompañado. El liderazgo puede ser desarrollado y aprendido por cualquier persona que quiera, y que esté dispuesta a trabajar con perseverancia y enfoque. Una de las misiones de Execoach es humanizar el mundo de la empresa, y enseñar a los directivos a mejorar su capacidad de liderazgo. Y para ello, es fundamental desterrar esos viejos mitos y creencias erróneas sobre el liderazgo.
A continuación, detallo una serie de conductas concretas propias de un jefe gestor (no un jefe líder). Te invito a que realices un ejercicio muy sencillo, y al mismo tiempo, muy poderoso. Haz un checklist y evalúate a ti mismo/a con respecto a dichas conductas negativas, para así comprobar en qué aspectos debes mejorar si quieres ser un jefe líder y no un jefe gestor.
– Pone Foco mayoritario en la tarea, en que salgan las cosas del día a día (y poco foco en las necesidades de las personas, en escucharlas, en motivarlas, en darles feedback)
– Se centra en el desempeño de las personas de su equipo (pasado) y no en el potencial (en lo que podrían conseguir).
– Da instrucciones y órdenes muy a menudo. Tiene un estilo jerárquico.
– Toma todas las decisiones, y no permite a su equipo que arriesgue.
– Habla más que sus subordinados. Pregunta y escucha poco.
– Resuelve todos los problemas a su equipo en lugar de facilitar que ellos traten de pensar por sí mismos y resuelvan los problemas.
– No delega y se satura de trabajo (Micromanagement).
– No felicita ni reconoce el trabajo a menudo.
Fíjate que son conductas muy medibles. ¿En las reuniones con tu equipo ¿Hablas demasiado y tu equipo apenas habla? ¿Eres un cuello de botella? ¿Eres un/a papá/mamá-jefe que les da todas las soluciones a sus colaboradores? ¿Les resuelves todos los problemas en lugar de desarrollarles para que ellos aprendan a resolverlo? Si respondes que sí a alguna de estas preguntas, ya tienes un camino para mejorar tu liderazgo, y ampliar tu capacidad para ser una persona mucho más influyente y efectiva en tu organización.
¿Complicado? Sí, no hay duda. Si quieres ser un auténtico líder, hay que trabajar duro. No existen las recetas mágicas, pero sí comportamientos muy específicos que podemos ir potenciando.
Si estás interesado en mejorar tus habilidades liderazgo o las de los Manager de tu empresa, llámanos al 912 975 465 o envíanos un email a execoach@execoach.es. Estaremos encantados de atenderte y de ofrecerte la mejor solución a tu necesidad.
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Javier Carril
Socio Director
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