Estas son las 10 claves más importantes para NO llegar a tener un liderazgo dentro de tu empresa ni siquiera dentro de ti mismo como profesional.

1. No desarrolles una actitud de aprendizaje. No te formes. Sé fiel al eslogan de que “La vida es la que enseña”. Destaca a tus empleados que tu aprendiste sin formación, que eso forja carácter.

2. Improvisa. No plantees ni te preocupes por conseguir objetivos. Fomenta un “estado de emergencia permanente”, ante una situación tan urgente es una deslealtad no colaborar. Convierte a tu equipo en apaga-fuegos más que en organizadores de tareas.

3. No demuestres empatía o actitud de escucha. No pierdas el tiempo en “charlitas” y “tonterías” con tus subordinados. Hay que dejarse de “infantilismos” y trabajar con “espíritu viril”.

4. Haz trabajar a los sujetos individualmente. Ordena y manda. “Aquí no se piensa, se obedece”. Tu equipo necesita recibir órdenes, no tienes porque escuchar sus problemas personales, tú también los tienes y no te quejas tanto.

5. Rodéate de gente incapaz y mediocre. Así sobresaldrás más y no te cuestionarán nada. Es importante que siempre quedes por encima y si las cosas no salen como tu esperabas es muy fácil echarles la culpa a ellos.

6. No delegues. Controla todo. Tienes que estar omnipresente y que te vean como omnipotente. Hazte imprescindible. Crea la sensación de que, sin ti, vendría el caos. Piensa en que pasaría si estuvieses fuera del trabajo tres meses enteros, todo se derrumbaría.

 7. Resalta tus méritos y prestigio. No seas humilde. Apúntate los tantos. Tú eres el que controla todo, y la mente pensante, por lo que los méritos son tuyos. Nunca alabes los de tu equipo, ellos no necesitan tus buenas palabras. No promociones a tus subordinados, eso creará un clima de desconfianza y se mantendrán más activos

8. Mantén en secreto la información. No comuniques. La incertidumbre fomenta la creatividad. Elimina a los “mensajeros inoportunos”, “ojos que no ven…”. Reúnete únicamente con tus colegas más allegados. Nunca lo hagas con todo tu equipo porque ellos solo sirven para recibir órdenes.

9. Divide y vencerás. Habla con tus subordinados uno a uno. Hazles confidencias, “manipúlalos individualmente” e intenta que se peleen entre ellos, de esa manera estarán entretenidos y no irán contra ti.

10. No dejes descendencia. No crees discípulos. Ten claro que “contigo acaba todo”. Así te pondrán más medallas y te echarán más de menos cuando de hayas ido.