Ya no basta con saber mucho de Excel, tener tres másters y asistir a un par de retiros espirituales. Si lideras equipos en una multinacional, sabes que lo verdaderamente difícil es lograr que te sigan… sin que sea solo porque tú mandas. Aquí entra en juego una herramienta que está revolucionando (bien usada) la manera en que los managers evolucionan: el feedback 360 grados.

¿Te atreves a mirarte en el espejo profesional desde todos los ángulos?

¿Qué es el feedback 360 y por qué tu ego puede sufrir un poco?

El feedback 360 es un proceso en el que un manager recibe valoraciones sobre su desempeño desde múltiples fuentes: sus jefes, sus pares, sus colaboradores directos, y en algunos casos incluso clientes internos o stakeholders. Es decir, ya no vale con impresionar solo a tu jefe: tu equipo también tiene voz  y voto.

Este sistema permite tener una visión más rica y objetiva sobre las competencias de liderazgo, comunicación, escucha activa, gestión de conflictos, entre otras. En resumen, es como si pudieras ver una radiografía honesta de tu estilo de liderazgo.

Transparencia y honestidad: las claves del 360

Lo que hace que esta herramienta funcione de verdad es la confianza en la confidencialidad del proceso. Y aquí viene una clave que muchos olvidan: el feedback debe ser gestionado por una empresa externa.

¿Por qué? Porque si lo lanza directamente Recursos Humanos o tu manager, los participantes pueden sentirse observados o inseguros. ¿El resultado? Respuestas tibias, diplomáticas, y una oportunidad perdida. En cambio, cuando una consultora externa gestiona el proceso, los evaluadores se sienten libres para dar feedback real y honesto, y el evaluado recibe un informe sin filtros, con datos agrupados y comentarios anónimos que valen su peso en oro.

El rol del coaching: acompañar, no sentenciar

El feedback 360 es una herramienta de desarrollo, no un juicio. Por eso, en los programas de coaching ejecutivo, lo recomendable es que el informe se comparta directamente con el manager, sin intermediarios que lo resuman o interpreten.

El coach acompaña al manager en la lectura del informe, ayuda a digerir los puntos ciegos, a reconocer fortalezas que quizá no valoraba y, sobre todo, a trazar un plan de acción realista.

Riesgos comunes del feedback 360 y cómo evitarlos

Usado mal, el feedback 360 puede ser un desastre diplomático. Uno de los errores más frecuentes es usarlo como herramienta de evaluación en lugar de desarrollo. Si se convierte en una especie de examen para ascensos o decisiones laborales, pierde toda su esencia. Lo adecuado es dejar claro desde el principio que se trata de una herramienta para crecer.

Otro riesgo habitual es no explicar bien el proceso a los participantes. Si no se comunica de forma clara que las respuestas son confidenciales y que el objetivo es constructivo, es fácil que la gente responda con miedo o desconfianza. La comunicación transparente es esencial.

También ocurre que el feedback se entrega sin un acompañamiento posterior. En esos casos, el informe puede quedarse en un cajón, o peor, puede desmotivar. Por eso es tan importante acompañar el proceso con sesiones individuales de coaching o talleres grupales que ayuden a interpretar los resultados y fee en acciones.

Elegir a los evaluadores en un proceso de feedback 360 es una decisión clave que influye directamente en la calidad y utilidad del informe final. No se trata de incluir a “quienes me caen bien” o a quienes sé que me valorarán alto, sino de construir una muestra representativa y diversa que aporte una visión completa y honesta de mi desempeño.

Por otra parte, lanzar un proceso de feedback 360 en el momento equivocado puede ser un error. Si la organización está en medio de una reestructuración o una crisis interna, la gente estará a la defensiva y no se obtendrá el valor real del proceso. Lo ideal es elegir un momento estable y propicio para la reflexión.

Otro aspecto clave es asegurar que el manager lo haga de forma voluntaria. Obligar a alguien a pasar por un feedback 360 solo genera resistencias. La disposición a recibir feedback es una condición esencial para que el proceso funcione.

En cuanto a los participantes, Idealmente, deben participar personas que tengan suficiente interacción profesional contigo como para opinar con criterio: tu responsable directo, compañeros de nivel similar, miembros de tu equipo y, si procede, clientes internos o stakeholders relevantes. Es fundamental que estos evaluadores tengan distintos estilos de trabajo y relaciones contigo, ya que esa pluralidad es precisamente lo que permite detectar patrones reales y áreas ciegas.Recomendaciones para implementarlo con éxito

Los informes deben entregarse en privado y con tiempo para digerir. Si es posible, que el coach esté presente durante la entrega para ayudar a interpretar los resultados y gestionar las emociones que puedan surgir.

Y, por supuesto, no debe quedarse ahí. Un feedback 360 sin plan de acción es solo información. Lo que realmente transforma es lo que se hace después. Por eso, debe ir acompañado de un plan de desarrollo claro y medible.

El feedback 360 no es para todos… solo para los que quieren crecer

Ser manager en una multinacional hoy no es fácil. El entorno es complejo, los equipos son diversos y las expectativas altísimas. Tener una herramienta que te permita conocer cómo te ven de verdad puede ser el punto de partida para una evolución real como líder.

El feedback 360, bien aplicado, es un acto de valentía profesional. Y si se hace con respeto, honestidad y buen acompañamiento, puede marcar un antes y un después.

Así que ya sabes: si estás dispuesto a escuchar de verdad, aunque duela un poco, estás preparado para liderar de verdad. ¡Adelante!

 

Ponte en contacto con nosotros si quieres que realicemos un feedback 360 para algunos de tus mánagers o si eres consultor/a o coach y necesitas esta herramienta.

 

 

Ángel Martínez Marcos
Coach Ejecutivo & Consultor de Transformación Cultural
www.amartinez.net
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