Las calles se vuelven a llenar de personas y las carreteras de coches con conductores que se dirigen a su lugar de trabajo. Parece que se nos ha olvidado la frase: “El teletrabajo ha llegado para quedarse”. Y la pregunta es, por qué ha fracasado en muchas empresas o al menos parece que se va a quedar de una forma residual.

No paro de escuchar a jefes de equipo y directivos decir que hay personas que pueden teletrabajar y de hecho tienen muy buenos desempeños, pero por el contrario hay otras que son incapaces de ser productivas o incluso se aprovechan de la falta de presencialidad para no realizar su trabajo. Lo curioso es saber cómo se medía la productividad de estas personas antes de la pandemia ¿únicamente por el tiempo que pasaban en su puesto? Si esa es la respuesta, creo que los formadores de soft-skills, los coaches ejecutivos, los consultores y las escuelas de negocios no estamos haciendo el incapié necesario para que las empresas y los profesionales establezcan medición de objetivos claros y específicos.

Es cierto que hay trabajos mucho más medibles que otros. No es lo mismo establecer KPI´s en un equipo comercial donde puedes analizar no solo las ventas realizadas sino las llamadas, las visitas, las propuestas enviadas y otros más cualitativos, que realizar la medición de objetivos del personal administrativo. Sin embargo, poder se puede. Habrá más indicadores cualitativos, pero se pueden establecer.

Establecer indicadores y definir claramente los objetivos es imprescindible para implantar el teletrabajo

Está claro que no se puede implantar un sistema de teletrabajo donde las personas tienen que tener una capacidad de autodisciplina y autoresponsabilidad elevadas si antes no has dicho a estas personas cómo se va a medir su trabajo.

El ser humano tiende a la pereza casi de forma automática, a no ser que el trabajo te estimule tanto que sea un gran motivador en sí mismo. Cosa que para el 93% de los trabajadores en España y el 87% a nivel global no es así, según un estudio realizado por la multinacional Steelcase a 12.000 trabajadores de 17 paises en todo el mundo.

Si partimos entonces de la premisa de que la inmensa mayoría de las personas no se sienten altamente motivadas por su trabajo, tendremos que establecer sistemas de medición de trabajo justos y concretos.

Igual que contratas a un personal trainer para que te ayude en tu motivación a la hora de ir al gimnasio porque por ti mismo las escusas pueden llenar tu mente para que no vayas a hace ejercicio, el establecimiento de estos KPI´s o de sistemas de definición de objetivos como el SMART (MARTE) o los OKR´s sirven para sacarnos de un estado de pereza al que tendemos.

De todas formas el teletrabajo tiene ciertas implicaciones como la gran dificultad para trabajar en equipo, la realización de reuniones participativas y la socialización y networking que se busca en las empresas.

Mi recomendación es establecer un sistema justo y preciso de medición de indicadores de trabajo realizado y después llegar a acuerdos por cada departamento y no a nivel global de la compañía de ratios teletrabajo/presencial ( por ejemplo 2/3) que generen un trabajo dinámico, en equipo y con alta motivación.

 

 

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Ángel Martínez Marcos
Coach Ejecutivo & Consultor de Transformación Cultural

Instagram @angelmartinezcoach