En una entrevista de trabajo:

– ¿Sabe Excel?
– ¡Claro! hasta me sé la canción

– Canción ¿qué canción?
 
Y cómo Excel    en qué lugar se enamoró de ti

– Muchas gracias, ya le llamaremos

Aunque el contenido de este post abraza otra perspectiva del humor, la idea del chiste era introducirte en la lectura con una sonrisa😊.

El sentido del humor es fundamental en la vida, tanto a la hora de emplearlo como de apreciarlo. Tiene un poder especial de atracción y conexión que resalta la inteligencia de las personas que lo utilizan acertadamente, mostrándolas más interesantes y originales. Socialmente, el sentido del humor es uno de los indicadores que sobresalen en las interacciones positivas y exitosas.

Desafortunadamente, se utiliza muy poco en los entornos formales debido a miedos y falsas creencias (mi trabajo no tiene ni pizca de gracia, los negocios son muy serios, ¡menos risas y más trabajar!, el humor en mi oficina es arriesgado, quiero que me tomen en serio, el humor es signo de inmadurez, etc.). Sin embargo, está demostrado que el humor genera sentimientos de confianza y cercanía, siempre que se aplique desde el respeto. Fortalece la motivación individual y colectiva, estimula la innovación, potencia la creatividad, la persuasión y la influencia, reduce el estrés… y muchas más ventajas que enumeraré más adelante. En definitiva, es uno de los recursos humanos más valiosos que hacen que el lugar de trabajo se convierta en un entorno agradable y distendido.

Muchas organizaciones se han centrado más en su reputación corporativa, su metalenguaje y sus competencias sofisticadas (ej.: activos intangibles, árbol de variables, brand equity, chief reputation officer), que en la practicidad y sencillez del día a día. Han infravalorado el poder que tiene el sentido del humor como herramienta estratégica de comunicación, dejando atrás un objetivo vital: conseguir relaciones profesionales más auténticas. El sentido del humor y su particular código favorece la comprensión de conceptos y estructuras, en ocasiones demasiado densos. De hecho, la risa como instrumento de comunicación puede llegar a derribar las barreras que levantan algunos mensajes corporativos cargados de rigidez.

Para Seligman y Peterson, padres de la Psicología Positiva, el sentido del humor es una de las fortalezas del ser humano. Esta habilidad junto a su máxima expresión, que es la risa, es una de las experiencias más placenteras que existen. El humor es un antídoto contra la adversidad. Refuerza la resiliencia, aporta alegría de vivir y da perspectiva para abordar contextos complejos y tomar decisiones desde una postura serena.

Algunos sondeos realizados a profesionales norteamericanos muestran que:

  • El 97% de los ejecutivos consideran que el humor es efectivo en las organizaciones.
  • El 85% de los altos directivos prefieren incorporar a sus equipos colaboradores con sentido del humor.
  • El 85% de los responsables de RRHH confirman que las personas con sentido del humor tienen mayor y mejor rendimiento.

Liderar con sentido del humor no significa instalarse en las bromas y el payaseo, se trata de mostrar una actitud de apertura que favorezca la comunicación, la confianza, y sea el recurso ideal para disolver tensiones y evitar el síndrome de desgaste profesional. El uso del humor en el ámbito laboral debe tener una meta esencial: conseguir impacto para influenciar, ayudar a lograr objetivos y templar los ánimos a la hora de gestionar contingencias. Hacer gracia con la única finalidad de divertir a los demás o llamar la atención, no tiene sentido en el entorno de trabajo.

Es cierto que el humor es subjetivo y que cada estilo tiene su público (fresco, absurdo, negro, irónico, grotesco, positivo, negativo, etc.). Sin embargo, para que su uso no resulte inapropiado, debemos tener claro el ambiente y momento donde lucirlo. En el entorno empresarial el estilo recomendado como herramienta de liderazgo es el positivo: 

  • Positivo-constructivo, para conseguir afiliación, reforzar las relaciones interpersonales y favorecer la cohesión e identidad de grupo. La intención de este es provocar una risa inofensiva que proporcione bienestar.
  • Positivo-adaptativo, como recurso de auto-mejora y mecanismo de coping (frente al estrés y la adversidad).

El sentido del humor y, por ende, la risa, son un bálsamo contra la timidez, inmunizan el miedo al ridículo y se presentan como el complemento perfecto para una buena salud física y mental. No cabe duda de que son valores al alza. ¿Hacemos el humor? 😊

 

¿Te ha interesado este artículo? Síguenos en @Execoach Y apúntate a nuestra Newsletter mensual para recibir artículos prácticos para tu desarrollo profesional.

Carmen Celemín
Coach ejecutivo & Coordinadora de Proyectos
Instagram@carmencelemincoach