En el mundo laboral, donde la multitarea y la sobrecarga de información son la norma, es fundamental encontrar métodos y técnicas que nos ayuden a gestionar nuestro trabajo de manera efectiva. Una de esas metodologías es el Método Ivy Lee, una estrategia de gestión del tiempo que ha resistido el paso del tiempo y sigue siendo relevante en el entorno laboral actual. Desarrollado por Ivy Lee, un consultor de relaciones públicas y eficiencia, a principios del siglo XX, este método se basa en principios sencillos pero poderosos que pueden ayudarte a maximizar tu productividad y enfoque.

 

El Método Ivy Lee se basa en una fórmula simple: cada tarde, antes de terminar tu jornada laboral, debes escribir una lista de seis tareas prioritarias para el día siguiente. Estas tareas se convierten en tu enfoque principal al comenzar tu jornada al día siguiente. El enfoque en un número limitado de tareas te permite evitar la dispersión y te ayuda a mantener la concentración en lo más importante.

 

Al comenzar tu día de trabajo, debes abordar cada tarea en orden de prioridad, sin distraerte con otras tareas o interrupciones. Concéntrate en completar cada tarea antes de pasar a la siguiente. Esto te permite mantener la claridad mental y te ayuda a evitar la sensación de estar abrumado.

Cuando te enfrentes a una tarea, aplica la regla de los 20 minutos. Durante los primeros 20 minutos, dedícate por completo a la tarea, sin distracciones. Luego, si surgen otras tareas o interrupciones, puedes lidiar con ellas antes de volver a concentrarte en la tarea original. Este enfoque ayuda a aumentar la eficiencia y a minimizar las distracciones.

Crea hábitos sencillos que pongan foco en lo importante de tu trabajo

Otro aspecto clave del Método Ivy Lee es la importancia de evaluar y reflexionar sobre tu trabajo. Al finalizar cada día, tómate unos minutos para revisar tus logros y evaluar tu progreso. Identifica las lecciones aprendidas y piensa en cómo puedes mejorar tu enfoque y rendimiento en el futuro. Esta reflexión te permite ajustar y refinar tus métodos de trabajo de manera constante.

El Método Ivy Lee también resalta la importancia de la disciplina y la consistencia. Es crucial que sigas este método de manera constante para obtener los mejores resultados. Al ser disciplinado y priorizar tus tareas de manera regular, desarrollarás un hábito que aumentará tu productividad general y te ayudará a alcanzar tus objetivos de manera más efectiva.

La disciplina de pequeños hábitos es la clave de la productividad

El Método Ivy Lee es una estrategia de gestión del tiempo probada y efectiva. Al enfocarte en un número limitado de tareas prioritarias, evitar distracciones y evaluar tu trabajo de manera constante, puedes mejorar tu enfoque y productividad. Al aplicar este método de manera disciplinada y consistente, podrás obtener resultados significativos en tu trabajo y alcanzar un mayor nivel de eficiencia.

 

¿Qué tiene de especial este método?

Aunque parezca muy trivial, este método pone foco en empezar el día por las tareas más importantes y no dejarnos arrastrar por las que nos impriman más urgencia ni por las que más nos gusten. La mayoría de las personas postergan las tareas importantes que no les gustan día tras día y eso hace que se su productividad se vea reducida drásticamente.

Recuerda algo muy importante sobre la gestión del tiempo. Crea hábitos sencillos que pongan mucho foco en lo realmente importante de tu trabajo, no en apagar fuegos constantemente.

 

 

Ángel Martínez Marcos
Coach Ejecutivo & Consultor de Transformación Cultural
www.amartinez.net
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