Para alcanzar niveles de éxito que nunca antes habías alcanzado debes comprometerte a un nivel al que nunca antes te habías comprometido, cuanto más fuerte sea tu compromiso más probabilidades tendrás de tener éxito en eso que tú decidas.

El compromiso es indispensable para alcanzar el éxito.  Si no estás completamente comprometido con algo, no te esforzarás todo lo necesario para alcanzarlo.  Cuando no estás completamente comprometida, te rindes demasiado rápido y haces únicamente lo que es fácil y cómodo, y lo más probable es que pospongas las tareas y tomes decisiones improductivas.

Asumir un compromiso total con nuestros objetivos significa hacer lo que sea necesario para materializar una visión, significa enfocar toda nuestra atención y energía en el rol que desempeñamos y significa tener una determinación a prueba de todo, para luchar por lo que queremos conseguir.  Y a alcanzar este nivel de compromiso que deseamos nos ayudarán sin duda las siguientes tres estrategias:

1ª Estrategia: Identificar tu “Para qué”

La primera estrategia para fortalecer de manera efectiva tu compromiso con tu objetivo, consiste en identificar tu “para qué, el “para qué” describe las razones por las que deseas alcanzar tu meta, son todas las formas en las que tu vida y tu trabajo mejorarán si alcanzas lo que te propones. Tú “para qué” es lo que te mantiene en movimiento cuando las circunstancias se ponen difíciles y piensas en rendirte. En ese gran objetivo que tienes actualmente: ¿Cuál es el “para qué” que te impulsa a asumir el verdadero compromiso?

El compromiso es algo que las personas no podemos fingir. Revelamos nuestro nivel de compromiso no sólo a través de las palabras, sino también a través del lenguaje corporal, del esfuerzo y de la actitud que aplicamos a todo lo que hacemos. Cuando estamos comprometidos desarrollamos una fuerte creencia en nosotros mismos y hacemos todo lo que está a nuestro alcance y mucho más, elevamos nuestra capacidad de adaptación y de persistencia para arriesgarnos y luchar día a día. El compromiso nos permite tomar decisiones de manera mucho más disciplinadas y productivas.

 2ª Estrategia: Metodología Kaizen para salir de tu zona de confort

La segunda estrategia para fortalecer tu compromiso y alcanzar tu meta saliendo salir de tu zona de confort es usar la metodología Kaizen. Una vez que tienes el para qué y la motivación necesaria, tienes que recorrer el camino desde dónde estás ahora hasta donde quieres ir, y reflejar externamente tu compromiso no solo con la meta, sino también con el camino, enfrentándote y superando los obstáculos que se presenten.

Es frecuente que, aunque tengas muy claro tu “para qué” y estés muy motivada, si tu objetivo es muy desafiante, sientas miedo a la hora de empezar a recorrer el camino, debilitándose así tu nivel de compromiso. Sientas que estás ante un abismo y te quedes paralizada porque la distancia entre donde estás y donde quieres ir la percibas demasiado grande.  Esto suele ocurrir porque creemos que la única estrategia posible para alcanzar nuestra meta es a través de una acción radical, es como si tuvieras que saltar de una montaña a otra y sintieras que te puedes caer al abismo por el precipicio, con lo que tu compromiso empieza a debilitarse y hay muchas probabilidades de que abandones y no logres el objetivo. Para evitar esto y mantener intacto tu nivel de compromiso e incluso hacerlo más sólido, existe una milenaria herramienta japonesa denominada Kaizen.

El Kaizen nació en Japón hace 500 años, siendo su verdadero auge en E.E.U.U. cuando se vio obligado a participar en la segunda guerra mundial. El Dr. Demming implantó el kaizen en las fábricas de armamento y el aumento de calidad y cantidad del armamento fabricado fue tan espectacular, que se considera que fue un aspecto decisivo en la victoria de los aliados. Después de la 2ª Guerra mundial, la aplicación sistemática del kaizen en las empresas japonesas impulsó la economía de Japón hasta convertirse en la segunda potencia mundial, y convertir en importantes multinacionales a muchas de sus empresas.

Esta metodología de dar pasos pequeños de manera constante, con la que en el ámbito empresarial se consigue aumentar la productividad y la calidad de los productos, es también muy valiosa para aumentar el nivel de compromiso de las personas.  Estos pasos se dan a través de acciones con las que sentimos un nivel de compromiso de ocho o más, en una escala del uno al diez y un nivel de esfuerzo de tres o menos en la misma escala. Si realizamos una acción pequeña, un cambio minúsculo, eludimos a la amígdala de nuestro cerebro y, por tanto, no sentimos miedo.  Al tratarse de un mínimo riesgo, casi nulo, no podemos fracasar, así que es fácil que cumplamos con la acción. Con lo que, sin darnos cuenta, hemos expandido ligerísimamente nuestra zona de confort. Seguimos teniendo nuestra zona de confort, pero ahora es un poco más amplia. Si a continuación, realizamos una nueva pequeñísima acción, volveremos a ampliar la zona de confort, y así hasta que, sin darnos cuenta, estamos muy cerca del objetivo. Es como si fueramos construyendo poco a poco un puente entre una montaña a otra.

Al ir ampliando poco a poco tu zona de confort a través de pequeñas acciones, irás aumentando la seguridad en ti y la autoconfianza, además de promover tu autoconocimiento y provocar el desafío de tus creencias limitadoras y todo ello contribuirá a que aumente tu motivación y tu nivel de compromiso.

3ª Estrategia: Generar hábitos positivos y sostenibles

El tercer gran paso para aumentar tu nivel de compromiso será generar hábitos sostenibles. El cerebro es un mecanismo de optimización de funciones y energía. Cuando repetimos un comportamiento, el cerebro cree que es lo correcto y lo va interiorizando de forma automática, lo pasa a otra zona del cerebro inconsciente, y deja de gastar energía en realizar la conducta de forma consciente, para convertirla en automática (conducir, comer, andar).  El cerebro establece y fortalece las conexiones neuronales a través de esta repetición, y cuando hay una red neuronal fuerte relacionada con esa conducta se construye un hábito y cuando esto ocurre el compromiso es inevitable.

A generar hábitos nos ayudarán tener en cuenta lo siguiente:

  1. Pasos pequeños de manera constante (Kaizen). Divide los grandes objetivos en pequeños objetivos o acciones. Tendrás que ir paso a paso. La clave es cumplir lo que te propones, sobre todo contigo misma, que es la clave para tener una alta autoestima.
  2. Repetir la acción o conducta un mínimo de 21 veces consecutivas. Repetir el pequeño paso o acción durante un mínimo de 21 veces consecutivas. La repetición de conductas o acciones es esencial para que el cerebro vaya automatizando acciones y tareas, para convertirlos en hábitos positivos.
  3. Hacerlo siempre en el mismo lugar y momento del día. Encontrar un lugar y momento fijos para hacerlo, y si es posible conectarlo con un hábito que ya tienes integrado en tu rutina, porque será mucho más fácil: “Después de o antes de…”
  4. Compromiso público. Compartir con alguien tu objetivo refuerza tu compromiso y ayuda a alcanzar dicho objetivo.
  5. Felicitarse por pequeños logros. Felicitarse y premiarse por los pequeños logros. Nos motiva e incentiva a continuar avanzando. No debemos esperar a los grandes logros para premiarnos o reconocernos.

Conectar con la motivación a través de encontrar el “para qué” de tu meta, recorrer el camino hacia ella a través de ir aumentando tu zona de confort con la metodología Kaizen y convertir esas acciones en hábitos positivos, son los requisitos imprescindibles para obtener el compromiso interno que necesitas para alcanzar el éxito y la excelencia en cualquier ámbito, además de potenciar tu seguridad y autoestima y poder cuidar de ti de la manera más efectiva.

 

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Rosa Cañamero
Coach Ejecutivo & Consultora de Transformación Cultural

Instagram @rosacanamerocoach