Una de tantas de mis fantasías consiste en ver inmutable el indicador de mi depósito de motivación. Siempre “full”. En mis visualizaciones sobre este tema convierto la motivación en un activo estable, desvinculado de la fluctuación emocional. Llevado a la realidad, la experiencia sería algo así como vivir constantemente en el optimismo, la ilusión y la proactividad ¿te imaginas el alcance en lo que a productividad se refiere? Siendo objetiva, hablamos de un proceso primordialmente interno que es contextual, temporal e idiosincrásico.

Los líderes de las organizaciones no llevan muy bien que la motivación de sus empleados decaiga. Parece que estar desmotivado es estar apalancado en la zona de confort, pero en muchas ocasiones la baja motivación está relacionada con el tipo de filosofía practicado en la empresa y con el modelo de liderazgo llevado a cabo por sus dirigentes. Los elementos más comunes encontrados en los equipos desmotivados suelen ser:

  •   Desconocimiento de las metas y estrategias de la organización.
  •   Incompatibilidad entre los valores personales y los de la compañía.
  •   Talento desaprovechado.
  •   Falta de autonomía.
  •   Saturación de trabajo.
  •   Clima laboral enrarecido.
  •   Sueldo descompensado en relación al desempeño.
  •   Bajas oportunidades de desarrollo profesional.
  •   Comunicación opaca o ineficiente.
  •   Falta de reconocimiento.

Sin duda una de las piezas clave que acciona el sentimiento de motivación o desmotivación, junto a una actitud activa o pasiva, es un motivo. Desde el punto de vista activo, que es el que nos ocupa, necesitamos un motivo u objetivo que nos ponga en movimiento y nos lleve a emprender una cadena de acciones destinadas a la consecución de un propósito que procure satisfacción. Es interesante diseccionar un motivo para ubicar sus dos segmentos:

  1. Interno:  Necesidad, emoción, cognición.
  2. Externo: Ambiental, social, cultural.

La teoría de Frederick Hezberg, conocida como teoría de Motivación-Higiene o Teoría de los Dos Factores, contribuye a localizar las variables que influyen en el rumbo de la motivación. Hezberg considera que la motivación es la válvula que impulsa y compromete a las personas para que rindan mejor en el trabajo . Afirma que el rendimiento obedece al nivel de satisfacción experimentado en el ecosistema laboral. Por eso es tan importante que los objetivos de la compañía coincidan con los intereses de sus trabajadores.

Los dos factores a los que Hezberg hace referencia son la motivación extrínseca y la motivación intrínseca.

Otra herramienta en la que apoyarnos para impulsar la motivación de los equipos es la que nos brinda Martin Seligman con su modelo PERMA:

Positive Emotions. Fomenta emociones positivas que transmitan bienestar. Ej.: gratitud, compasión, alegría… Disfrutaréis de un ambiente bien equilibrado donde las dificultades se afronten con mayor optimismo y resiliencia.

Engagement. Además de experimentarlo tú como líder, propón a tu equipo sintonizarse con sus fortalezas y recursos internos para conseguir un estado de flow, afinidad y compromiso con el proyecto, que lo transforme en un deleite del momento presente.

Relationships. Construye relaciones sólidas, positivas y de confianza para promover la prosperidad. Aumentará tanto tu sentido de pertenencia y protección como el de tu equipo.

Meaning. Propósito y significado. La percepción de que el trabajo con el que contribuye cada uno sirve para algo importante y más grande que uno mismo.

Accomplishment. Realización. Éxito y sentido del logro. Conseguir metas nos hace más competentes, más autónomos, perfecciona las habilidades y nos anima a seguir planteando nuevos objetivos.

Estar motivado es beneficioso para la evolución y la adaptación en las empresas y en la vida. Los motivos varían en el tiempo, influyen en el comportamiento y son los que dirigen la atención para entrar en acción. El “para qué” de la motivación revela lo que la gente realmente desea para prosperar. La motivación necesita condiciones de apoyo. Qué mejor plan para llevar a la práctica que una buena teoría.

Como líder visionario de tu organización, te invito a abordar desde la motivación el reto de crear una cultura de bienestar donde las personas puedan mostrarse auténticas, soberanas y excelentes.

 

¿Te ha interesado este artículo? Síguenos en @Execoach Y apúntate a nuestra Newsletter mensual para recibir artículos prácticos para tu desarrollo profesional.

Carmen Celemín
Coach ejecutivo & Coordinadora de Proyectos
Instagram@carmencelemincoach