Nuestros pensamientos son una herramienta muy potente que determina cómo nos enfrentamos a lo que nos rodea.  A veces, nos invaden pensamientos negativos: “no sé”, “no puedo”, “no me atrevo”  y con ellos, sin darnos cuenta, estamos construyendo un gran muro que nos impide alcanzar nuestras metas.

Para derribar este muro e influir de forma positiva sobre nuestro mundo externo se ha ideado una técnica que se llama visualización.

La visualización se utiliza mucho en el mundo del deporte.  El deportista visualiza cada etapa del ejercicio una y otra vez hasta que para su cerebro se convierte en una realidad.  Uno de los mayores defensores de la práctica de la visualización es el nadador, Michael Phelps, ganador de 22 medallas olímpicas.  Él asegura que desde que era un niño, visualiza cada noche en su mente antes de dormirse lo que él llama: “el vídeo de la forma de nadar perfecta”, la que quiere conseguir realizar al día siguiente.
Pero la visualización no sólo es importante en el deporte, también resulta muy útil en nuestra vida diaria, tanto personal como profesional.  Es muy útil para superar el pánico escénico que supone hablar en público, prepararse ante una negociación o para generar la visión de tu carrera profesional a dos o cinco años y la motivación necesaria para lograrla, entre otras.

Cuando visualizamos nos situamos en ese momento y recreamos todas las sensaciones que percibiríamos a través de nuestros cinco sentidos. Esto hace que creemos nuevos circuitos neuronales, como si en realidad ya hubiésemos alcanzado nuestro objetivo.  Todo sin mover un músculo.  Al establecerse caminos neuronales lo suficientemente sólidos, esto ayuda a que para nuestro cerebro sea real y poco a poco el cuerpo adquiere la destreza que necesita para llevarlo a cabo y se haga realidad.

Para lograr lo que queremos tenemos que empezar a por potenciar nuestra capacidad de generar pensamientos que nos ayuden a creérnoslo.

Y para qué, si así lo deseas,  puedas empezar ya a poner en práctica esta potente técnica, aquí tienes los pasos que tienes que seguir para realizar una visualización de visión personal a cinco años.

1.    Piensa en la pregunta: ¿Cómo me gustaría verme dentro de 5 años, en mi vida personal y profesional?
2.    Cierra los ojos y siéntate cómodo, con la espalda recta y sin cruzar brazos ni piernas.
3.    Trata de recordar las imágenes de esta sala, la luz, los colores…
4.    Ahora puedes poner toda tu atención en los sonidos que escuchas.
5.    O también eres capaz de concentrar tu atención en tu respiración, observando cómo el aire entra por tus fosas nasales, hinchando tus pulmones…y luego sale lenta, suavemente…y todo esto te ayuda a conectar con tu interior.
6.    Ahora ya puedes imaginarte cómo quieres estar dentro de 5 años…Puedes verte allí… en ese instante, como si estuvieras viendo una película. Pregúntate ¿Qué ves en ese momento? ¿Dónde estás? ¿Qué estás haciendo tú?
7.    Pregúntate qué sonidos escuchas en ese momento. ¿Qué te dices a ti mismo?  ¿Qué dicen los demás?
8.    Pregúntate qué sientes en ese momento en que has conseguido tu objetivo.
9.    Disfruta unos minutos y después abre los ojos.

Como decía Walt Disney: “Si lo puedes soñar, lo puedes crear”

Si estás interesado en conocer estas técnicas, ponte en contacto con nosotros para más información.

¿Te ha interesado este artículo? Síguenos en

Y apúntate a nuestra Newsletter mensual para recibir artículos prácticos para tu desarrollo profesional.

Rosa Cañamero
Socia directora – Execoach