En el Canal Motivación y Más, he lanzado una encuesta sobre quién es el principal responsable de la motivación de un equipo. Estos han sido los resultados de las votaciones:

  • Los colaboradores  6.94%
  • El jefe  54.17%
  • Todos los miembros por igual  38.89%

Lo cierto es que me esperaba estos resultados, porque es una creencia muy extendida en el mundo de la empresa, pero no estoy en absoluto de acuerdo, ya que la responsabilidad debe ser compartida entre todos los miembros del equipo. El jefe no puede tener toda la responsabilidad, es un grave error, porque eso incentiva la dependencia del jefe por parte de los miembros del equipo. También fomenta la excusitis: «Es que mi jefe no me motiva» o «Es que mi jefe no me promociona»,  y el victimismo: «Mi jefe es injusto conmigo».

Todo esto hace que los miembros del equipo se sitúen en una zona muy cómoda, la de evitar asumir su responsabilidad en el funcionamiento y motivación del equipo. Y todos los miembros son fundamentales para el óptimo rendimiento de un equipo.

Al mismo tiempo, el jefe se carga con una mochila demasiado pesada: la de la responsabilidad de la motivación de todo el equipo, lo cual hace que se sienta el «salvador» del mundo, y fomente actitudes más directivas, controladoras e incluso autoritarias por parte del jefe. Si el jefe es el responsable de la motivación de todos, también será el responsable de que los resultados se logren, de que las relaciones y la comunicación entre todos sean fluidas, etc. En definitiva, se concentra toda la responsabilidad y peso del equipo en el jefe. Así es imposible que un equipo funcione a su máximo rendimiento.

El jefe debe impulsar la motivación como una cultura de equipo, debe ser el primero que dé ejemplo, y el primero que debe promoverlo. Pero una vez impulsado o iniciado, debe delegar esta responsabilidad en sus colaboradores. Igual que el resto de tareas.

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Javier Carril
Socio de Execoach
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