La esencia del liderazgo es el autoliderazgo, y éste comienza con el cambio en uno mismo. Dicho cambio sólo puede producirse desde los 3 pilares del coaching:

1. Tomar Conciencia (autoconocimiento)
2. Asumir la responsabilidad: puedo y estoy dispuesto.
3. Poner acción.

A partir de ahí, propongo un decálogo de lo que considero el camino del autoliderazgo, que por cierto, es un camino para toda la vida. Toda la vida debemos seguir aprendiendo y mejorando para ser cada vez mejores personales y mejores líderes. A continuación, te expongo un decálogo basado en mi propia experiencia personal. No es la verdad absoluta, sino mi propia visión del tema:

1. Pasa de espectador a protagonista de tu vida.
La actitud firme de tomar las riendas es esencial para ser un líder. Los espectadores y las víctimas nunca serán influyentes.
2. Márcate metas gigantes y motivadoras a largo plazo, y lucha por ellas.
Los objetivos ambiciosos generan motivación y superan barreras mentales. El largo plazo es clave para un líder. Nadie centrado en el corto plazo ha hecho nunca nada realmente importante.
3. Conecta con el propósito o misión de tu vida.
Un líder debe estar permanentemente conectado con el sentido de su vida, que se transfiere a su trabajo. Recordar esa misión le ayudará a superar las adversidades y a perseverar en sus metas.
4. Mantén una actitud permanente de curiosidad y ganas de aprender.
Si una persona cree que lo sabe todo, es que es un ignorante o un idiota. El autoliderazgo se basa siempre en una actitud inquieta, de explorar, experimentar, y aprender. El aprendizaje es la sangre que da vida al liderazgo, porque le garantiza tener una mente fresca.
5. Acepta con serenidad las cosas que no puedas cambiar.
Hay muchas cosas que escapan a nuestro control. Empeñarnos en cambiarlas desgasta nuestra energía, algo que necesitamos para avanzar hacia nuestros objetivos. La aceptación positiva es una competencia entrenable a través de, por ejemplo, la práctica del mindfulness.
6. Dedica todos los días un tiempo a estar solo contigo mismo en silencio.
Veo el autoliderazgo como un equilibrio entre el ying y el yang, según la tradición china. Es decir, un equilibrio entre parar y avanzar, entre disfrutar del momento presente y marcarse metas para el futuro, entre ser y hacer. Es un equilibrio paradójico, pero necesario. Por eso, este punto es importante, porque necesitamos pausas, momentos de reflexión, de conexión con nosotros, de resetear.
7. Toma decisiones y acciones que te hagan salir de tu zona de confort.
Atreverse, arriesgar, experimentar fuera de lo conocido, lo cómodo. El autoliderazgo tiene que ver con retarse a uno mismo, de convivir con el miedo inevitable de salir de nuestra zona de confort. A través de este punto nos garantizamos la mejora continua, y desde luego, una vida emocionante.
8. Sé despiadado con el uso de tu tiempo: dedícalo a lo realmente importante.
El tiempo es un recurso valiosísimo, y un líder lo sabe. Sabe además que es un recurso limitado y que el éxito depende de cómo lo utlicemos, de qué elegimos hacer en ese tiempo limitado. El foco en lo realmente importante es una capacidad que se entrena también con la práctica del mindfulness.
9. Vive y disfruta el presente. Es lo único real que existe.
Marcarse metas motivadoras es un enorme motor de motivación y crecimiento continuo, pero no debemos dejarnos esclavizar por nuestros objetivos. Si nos obsesionamos conque el éxito consiste sólo en conseguir dichas metas, nos estaremos perdiendo los tesoros del camino, del proceso para alcanzar nuestros sueños. Aprender a vivir en el aquí y ahora, además de ser la clave de la felicidad duradera, es la clave para el alto rendimiento. Practica mindfulness y conseguirás entrenar tu mente para anclarse cada vez más al aquí y ahora.
10. No creas a los que te dicen que «no puedes» y sigue adelante.
¿Quien crees que eres? Porque esta pregunta es muy distinta a la pregunta ¿Quién eres?. Lo que creemos sobre nosotros mismos y lo que creemos sobre la vida, sobre los demás, etc…es lo que marca nuestra conducta y nuestras decisiones cada día. El problema es que muchas veces esas creencias no son reales, sino una mera idea que hemos comprado, y que nos está limitando cada día. Quizá crees que no eres capaz de lograr muchas cosas, y eso no es real. Para mí, este punto es el inicio de todo. El autoliderazgo comienza cuando tomamos conciencia de qué creencias o ideas preconcebidas están limitando nuestro potencial y nuestros resultados, y nos decidimos a cuestionarlas y derribarlas. Sólo este punto puede transformar nuestra vida.

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Javier Carril
Socio Director