Las personas que consiguen tener éxito profesional (entendiendo por éxito profesional, conseguir aquello que nos proponemos y que depende de nosotros), son aquéllas que tienen una voluntad de hierro, una voluntad que les permite romper la inercia de sus malos hábitos y ponerse en marcha con perseverancia, hasta lograr sus objetivos.

Fortalecer la voluntad implica, en términos de coaching, elegir hacer aquello que nos conduce a los objetivos que nos hemos marcado, en lugar de hacer aquello que nos apetece momentáneamente.

Una voluntad de hierro nos convierte en personas verdaderamente libres, porque nos permite movemos sin dejarnos coaccionar por estímulos externos o por dependencias internas que nos distraen del camino que hemos decidido seguir. Pero, conseguir este grado de voluntad no es tarea fácil, supone un reto que tenemos que superar cada día. A conseguirlo nos ayudará, sin ninguna duda, apoyarnos en las siguientes cuatro patas que sostienen esa sólida mesa llamada voluntad.

  1. Tener objetivos bien definidos: de forma específica, realista y con una fecha para alcanzarlos. Con esto conseguiremos tener la motivación necesaria para mantener la autoridad sobre nosotros mismos y no abandonar el camino trazado. Cuanto más nos ilusione nuestro objetivo más fuerte será nuestra voluntad para alcanzarlo.
  1. Establecer hábitos. La voluntad necesita un aprendizaje gradual, que se consigue con la repetición de actos en donde uno lucha, cae y vuelve a empezar. Al repetir el mismo comportamiento una y otra vez conseguiremos convertirlo en un hábito positivo. Al principio puede costarnos mucho trabajo vencer la inercia; pero, a la larga, cuando consigamos hacerlo, saldremos reforzados.
  1. Marcarse pequeños pasos para andar el camino. Si damos pequeños pasos conseguiremos eludir ese miedo que a veces nos paraliza y nos impide avanzar. Lo importante es dar pequeños pasos a medida que caminamos hacia delante: ir andando poco a poco y no con grandes zancadas. Al principio pensaremos que vamos despacio pero a medida que avancemos los pasos serán más rápidos.
  1. No compararse con otros. Fijarnos demasiado en lo que hacen los demás y desear lo que otros poseen puede apartarnos de nuestro camino, hacernos sentir insatisfechos y conseguir que nos desmotivemos para lograr nuestro objetivo.

A medida que se fortalece la voluntad se desarrolla más nuestra autoridad interna. De esta forma no nos dejaremos llevar ni por el estímulo inmediato, ni por las opiniones de los demás. El dominio personal es uno de los retos más extraordinarios que nos elevan por encima de las circunstancias. Uno no hace lo que le apetece, ni escoge lo más fácil y llevadero, sino que se dirige hacia lo mejor y lo que más le conviene.

En palabras de Enrique Rojas en su espléndido libro “La conquista de la voluntad”, un indicador de la madurez de la personalidad de un individuo es el grado de fortaleza de su voluntad. Y yo añadiría, porque estoy convencida de ello, que esta madurez personal, resultado del fortalecimiento de la voluntad, es la que nos permite alcanzar el éxito.

Si estás interesado en conocer estas técnicas, ponte en contacto con nosotros para más información.

¿Te ha interesado este artículo? Síguenos en 

Y apúntate a nuestra Newsletter mensual para recibir artículos prácticos para tu desarrollo profesional.

 
Rosa Cañamero

Socia directora Execoach
@Rosa_Canamero