La alta exigencia que tienen los puestos de trabajo hoy en día, está desbordando a muchos profesionales, incluso a los que tienen una amplia experiencia.

La situación actual de los mercados, crea entornos cambiantes que difícilmente son controlables. Los comités de dirección varían sus estrategias constantemente, a veces como un pollo sin cabeza y otras con la intención de adaptarse a las necesidades de un mundo poco predecible.

¿Cuál es el precio que estamos pagando en las empresas?

Directivos con alto nivel de ansiedad en la toma de decisiones, mandos intermedios desquiciados tratando de seguir las instrucciones de la cúpula directiva y personal base con un nivel de estrés de difícil autocontrol que no entienden los constantes y algunas veces aleatorios cambios.

El nivel de presión al que estamos sometidos dentro de las corporaciones, es cada vez más alto y eso requiere que necesitemos que tener más entrenamiento mental, al igual que vamos al gimnasio cuando nos sentimos sin energía o sin fuerzas, debemos entrenar nuestra mente a nivel emocional cuando sentimos que el nivel de estrés, ansiedad o las preocupaciones no nos dejan trabajar de forma óptima.

¿Cómo podemos enfrentarnos a este mundo empresarial cada vez más exigente?

El Mindfulness, es posiblemente la técnica más potente para entrenar nuestro músculo mental. La atención plena y elevar el nivel de conciencia de nuestras emociones, nuestras sensaciones físicas y de nuestros pensamientos, crean las condiciones necesarias para cualquier profesional actual y no solo estoy hablando de directivos y mandos intermedios sino también de personal base.

¿Qué ocurre cuando tu responsable de equipo te da un mal feedback sobre tu trabajo? ¿Cuánto tiempo tardas en quitarte las preocupaciones debidas a alguno de tus clientes? ¿Tienes una mala relación con algún compañero de trabajo y eso te quema a diario?

Si tienes alguno de estos síntomas, sin duda, debes aumentar tu resiliencia, o tu capacidad de aguantar los embistes de la vida.

Te propongo una técnica basada en Mindfulness que se imparte en el programa “Busca en tu interior” de Google y que sirve para sostener situaciones complicadas. El Mindfulness se puede definir como Atención Plena o más como pura conciencia de lo que ocurre Aquí y Ahora. Estos son los pasos que te propongo

  1. Parar
  2. Respirar
  3. Percibir
  4. Reflexionar
  5. Responder

 

  1. Parar. Lo primero de todo es ser consciente que se está aproximando una respuesta excesiva por tu parte. Por ejemplo, en una reunión cuando alguien de los presentes te ataca personalmente, puedes tener la tendencia a saltar directamente antes de ser consciente de que tu respuesta está siendo instantánea. Debe hacer un espacio entre estímulo y respuesta y para ello lo primero es tomar conciencia de que tu reacción está siendo prácticamente automática. Es importante saber, que las personas que tienen más desarrollado el autoliderazgo, siempre mantienen un espacio entre estímulo y respuesta.

 

  1. Respirar. La respiración es uno de los mejores métodos para dejar de pensar en lo que está ocurriendo en ese instante. Dejar la mente en blanco no es posible, porque nuestra mente tiene actividad constante, por eso al poner la atención en la respiración, nuestro pensamiento cambia de foco. Ten en cuenta que no es simplemente respirar, sino que debes tomar atención a la sensación de la respiración, a la temperatura del aire al entrar y salir de las fosas nasales y al movimiento del pecho y del abdomen.

 

  1. Percibir. El siguiente paso es sentir lo que ocurre en tu cuerpo. Cuando tenemos una emoción, ésta se refleja en el cuerpo en forma de sensaciones. Presión en el pecho, calor en las manos, tensión en el cuello, presión en las sienes, etc. No trates de cambiar nada de lo que te ocurre, simplemente obsérvalo como si fueses un espectador de tus sensaciones físicas.

 

  1. Reflexionar. La pregunta que te tienes que hacer es: ¿Qué mensaje me está lanzando esta emoción? ¿Qué tengo que aprender de ella? Lo más importante es no emitir juicios de valor ni culpar a la otra persona o a alguna situación por lo que te está ocurriendo, ya que tú eres el responsable de tu emoción porque no todo el mundo reacciona de la misma manera frente a las mismas circunstancias.

 

  1. Responder. Ahora, después de haber pasado por los siguiente pasos, estás en posición para poder responder desde una posición con más conciencia y menos animal. Esta es la clave del autoliderazgo y de la gestión emocional.

 

Sin embargo, te puede surgir la duda. ¿Cómo puedo hacer eso en unos segundos si realmente me encuentro con esa emoción de repente?

La respuesta es que deberías practicar esto regularmente en tu “gimnasio mental” para que cuando se te den estas situaciones, tu mente esté preparada y la separación entre estímulo y respuesta salga de manera automática. Y el día que lo consigas …. ¡Enhorabuena! Habrás aumentado tu nivel de resiliencia.

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Ángel Martínez Marcos Coach Ejecutivo & Socio Director